Una filología de higos (Primera entrega)
Por Primitiva Helmantike Quiero dedicar, ante nada, este primer texto a Aime Rosales, quien, ante todo, es mi amiga y singular par en este hondo desorden literario. Tuya, “escribe porque no le debes nada al mundo”, (h)echa eco. Gracias. En severas ocasiones, me he preguntado la razón de escribir. Qué me trajo a este vicio…

