Patrick Johansson: una predisposición para el amor por las lenguas

Fotografía: María Villagómez.

Por Lizbet García Rodríguez

El nombre del académico, investigador y profesor Patrick Johansson Keraudren se inscribió, no solo en el muro de ganadores del Premio Internacional Alfonso Reyes 2025, sino además en una nutrida donación de volúmenes de su autoría y traducción, que ingresó al acervo de la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria. En entrevista para la columna “Retratos del tiempo”, conversó en torno a su producción académica y literaria, enfocada en la difusión y visibilidad del legado cultural prehispánico de México.

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Existe un poder simbólico de las lenguas para establecer puentes entre culturas, ¿cómo empezó a interesarse por las lenguas originarias de México?

Yo me interesaba a priori por las lenguas, no solamente el náhuatl o el maya, sino también el alemán, el sueco… mi padre era sueco, mi madre bretona, entonces ya había en mí una especie de predisposición para el amor por las lenguas. Y cuando llego a México, un poco como turista me fui a las serranías mexicanas, fui platicando con los indígenas, y me di cuenta de que el náhuatl —en mi caso, la primera lengua indígena que aprendí— era una lengua que contenía muchísima filosofía, un pensamiento muy profundo, y tuve las ganas de profundizar lo profundo. También conocí a Miguel León-Portilla, quien daría a conocer a los mexicanos y al mundo la grandeza del pensamiento y las culturas indígenas prehispánicas. Fue así como empecé, tanto en el seminario de cultura náhuatl de León-Portilla, como en las serranías mexicanas, a aprender náhuatl, lo cual he hecho durante más de 35 años.

Usted ha hablado de la relación estrecha y compleja entre el español y el náhuatl, ¿cómo impacta a la cultura mexicana, esa confluencia de formas de expresión y pensamiento?

Precisamente en mi libro Los indigenismos en el español de México señalo que el náhuatl enriqueció muchísimo al español ibérico, se volvió la lengua patria como decía Cecilio Robelo, porque los términos y modos de hablar indígenas contribuyeron a forjar el español mexicano y la identidad de sus hablantes. Por ejemplo, aquí cuando dice: “El achichincle de mi tocayo se llevó, como itacate, unos molotitos en un chiquihuite”, “Mi cuate se puso sus huaraches, agarró su tambache y se fue” o “Al zoquete de tu primo lo chamaquearon”, en España se quedan privados.

Hay una poética en cada lengua, ¿qué elementos ha encontrado al explorar los dominios literarios prehispánicos?

Ha sido muy interesante, a veces es imposible evitar una metáfora porque no hay una palabra, digamos referencial, que designe algo; tanto en maya como en náhuatl, querían mantener la perífrasis, la explicación, el significado, la etimología. Entonces como que las lenguas buscaban conservar, dentro de su opacidad propia, el pensamiento; y no entregarlo demasiado rápido. Aunque sí había trasparencias en el lenguaje coloquial, en la poesía, porque la lengua náhuatl es poética por excelencia. Creo que adentrarnos en los dominios literarios prehispánicos nos abre el entendimiento de la otredad y nos enriquece.

Obras como Don Quijote para niños y El Principito se presentan en ediciones trilingües en náhuatl, español e inglés⁠; y Flor sin raíz aparece también en una edición trilingüe en náhuatl, español y francés, ¿por qué considera significativo poner a dialogar estas lenguas?

Primero, yo quería que estas obras se divulgaran en estas lenguas, por eso comencé a trabajar el proyecto; pero luego pasó algo interesante, porque en Flor sin raíz, que es un cuento de mi autoría, yo estaba haciendo también una especie de dialéctica con las lenguas y resultó que esta fábula la volví a escribir como diez veces, porque cuando traducía al inglés veía algo y regresaba al español, de ahí, lo revisaba al náhuatl, luego me iba al francés, del francés al español; fue algo muy enriquecedor. Y el propósito era además poder hablar de estos temas en torno a la libertad, a la pérdida, y saber que podían ser disfrutados por igual ya fuera por hablantes de náhuatl, inglés, francés y español.

⁠Uno de sus libros destaca las obras y referencias de Alfonso Reyes a lo que él llamaba la “raza de ayer”, y todo el legado de la cultura indígena, ¿qué importancia usted le concede a que este gran escritor mexicano haya abordado estos temas?

La postura mental de Alfonso Reyes era buscar el fondo de las cosas, era una persona muy inteligente y sabía que en la cultura mexicana el subsuelo era indígena. Por lo tanto, buscó acercarse al mundo prehispánico, aunque no se fundiera demasiado en términos lingüísticos. Y esa locución alfonsina que definía al indígena como “la raza de ayer” coincidía, además, con la noción de un “saber sensible” en estos pueblos. El indígena, su visión del mundo y su escritura ocuparon un lugar importante en la obra de Alfonso Reyes, como Visión de Anáhuac, Moctezuma y la “Eneida Mexicana”; los poemas Hora de Anáhuac y Yerbas del Tarahumara; recuerdos de experiencias vividas como Silueta del indio Jesús y El testimonio de Juan Peña, son muestra de ello. Y también Reyes aportó una espléndida imagen a las sonoridades de la lengua náhuatl:

Óyense unos dulces chasquidos; fluyen las vocales, y las consonantes tienden a licuarse. La charla es una canturía gustosa. Esas xés, esas tlés, esas chés que tanto nos alarman escritas, escurren de los labios del indio con una suavidad de aguamiel”[1].

Agradecemos su generosidad al donar libros de su autoría y traducción al acervo de la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria, ¿qué significa para usted que ahora estos títulos lleguen a la casa literaria de Alfonso Reyes?

Para mí es una correspondencia a todo lo que abrevé dentro de las obras de Reyes, todo lo que leí, lo que me encantó. La visión alfonsina del mundo indígena me acompañó, no sólo en mis clases de literaturas náhuatl y maya sino también en mi aproximación al mundo indígena prehispánico en perspectivas históricas, antropológicas y filosóficas. Ahora estoy contento de saber que puedo devolver un poco la palabra a Reyes, dialogar con él a través de los libros, los que él me dio y los que ahora regreso yo, no solo con estos contrapuntos y arpegios literarios que amplifican el eco de su voz, sino con toda esta exploración del mundo indígena, un trabajo de muchos años que me dio, en este caso, el premio que lleva su nombre.

¿Cómo se sintió al recibir el Premio Internacional Alfonso Reyes 2025?

Fantástico, cuando lo supe, casi me caigo porque pude reconocer la magnitud del honor que se me hace al inscribir mi nombre entre los de tan importantes literatos e intelectuales, y vincularlo con el de Alfonso Reyes, un autor que considero uno de los máximos exponentes de la literatura universal.

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Títulos donados por Patrick Johansson Keraudren a la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria de la UANL:

Ahnelhuayoxóchitl / Flor sin raíz / Fleur sans racine. Edición trilingüe náhuatl, español e francés. Museo Iconográfico del Quijote

Ahnelhuayoxóchitl / Flor sin raíz / Rootless flower. Edición trilingüe náhuatl, español e inglés. Museo Iconográfico del Quijote

Ahuilcuicatl. Cantos eróticos de los mexicas. Instituto Politécnico Nacional

Alfonso Reyes y el mundo indígena. Contrapuntos y arpegios literarios. Instituto Politécnico Nacional

De Aztlán a Tenochtitlán. La gesta fundacional de la ciudad de México. Academia Mexicana de la Lengua

Don Quijote inpampa pipiltotontin / Don Quijote para niños / Don Quixote for children. Edición trilingüe náhuatl, español e inglés. Museo Iconográfico del Quijote

El español y el náhuatl. Encuentro de dos mundos (1519-2019). Academia Mexicana de la Lengua

In Tlazotepiltzin / El Principito / The Little Prince. Edición trilingüe náhuatl, español e inglés. Museo Iconográfico del Quijote

La palabra florida de los aztecas. Xochitlahtolli. Trillas

Los indigenismos en el español de México. Academia Mexicana de la Lengua

Machiotlahtolli. La palabra-modelo: dichos y refranes de los antiguos nahuas. McGraw-Hill/Interamericana de México

Miccacuicatl. Las exequias de los señores mexicas. Primer Circulo

Xochimiquiztli, la muerte florida. El sacrificio humano entre los mexicas. Universidad Nacional Autónoma de México

Zazanilli: La palabra enigma. McGraw-Hill/Interamericana de México


[1] Visión de Anáhuac, 1986, p. 18.

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